Adultos muy precoces
Moonrise Kingdom (EE. UU. / 2012) Dirección: Wes Anderson. Con Bruce Willis, Eduard Norton, Kara Hayward, Bill Murray, Tilda Swinton, Jared Gilman, Frances McDormand. Guión: Wes Anderson y Roman Copolla. Fotografia: Robert D. Yeoman. Edición: Andrew Weisblum. Diseño de Producción: Adam Stockhausen. Música: Alexander Desplat. Dirección de Arte: Gerald Sullivan. Duración: 94 min.
Cuando mencione que había visto Moonrise Kingdon, lo
primero que muchos me recordaron fue que haya por 1971 apareció una película
llamada Melody escrita por un tal Alan Parker que trataba del amor pre
adolecente, de las primeras ingenuas experiencias en el arte de Cupido. Wes
Anderson, a su manera, cuarenta y dos años después aborda la misma temática que
inspiro a Alan Parker, llevado de la mano de sus fantasías infantiles.
Conociendo la particular visión del realizador de The
Royal Tenenbaum y Fantastico Mr. Fox entre otras, intuía que la experiencia de
ver el resultado final de su trabajo no me decepcionaría (esto debe ser porque
siempre admire su obra) pero el tema podría haberlo llevado a realizar una película
llena de clichés y lugares comunes.
Afortunadamente nada de eso ocurrió y me encontré con una manifestación artística
que no me decepciono.
Después de una breve introducción de los personajes y sus
cotidianas costumbres, vemos que Sam ha desaparecido del campamento. Dada la
voz de alarma, Ward junto con Sharp comienzan la búsqueda. Secretamente, nuestro
pequeño Romeo va en busca de su Julieta, cumpliendo con un enigmático plan que
ambos habían pergeñado hacia un tiempo cuando se conocieron.
El punto de reunión cercano a la casa de Susy será el
comienzo de la aventura amorosa de esta inocente pareja. Recorrerán gran parte
de la isla en busca de su paraíso, una pequeña bahía en uno de los lugares más
lejanos, donde piensan vivir juntos para
siempre. En su derrotero, no serán pocas las dificultades que deban atravesar, huyendo
de la persecución de los adultos y del grupo de compañeros boy scouts que se
han unido a la búsqueda. Cuando por fin logran establecerse y cumplir todas
sus vírgenes fantasías, luego de unos
días, son encontrados.
Aquí el relato cambia de dirección, resuelto el problema,
la pareja es separada sufriendo las adversas circunstancias de la desunión,
entonces los compañeros scouts de Sam (otrora enemigos) en una clara
manifestación de espíritu de cuerpo resuelven ayudarlo, con esa intención, van
en busca de Susy y ambos son llevados al continente para que puedan casarse.
En este punto comienza otra aventura, mucho más dramática, mientras nuestros héroes cruzan el rio en pequeños botes en busca del campamento scout
donde se llevara a cabo la ceremonia, arrecia el mal tiempo (una de las peores tormentas en varios años), en tanto se gesta una nueva búsqueda de la que formaran parte los
desesperados padres, el capitán de policía y el scout master.
En medio del apocaliptico diluvio que arrasa con todo lo que
encuentra, desaparece nuestro valiente grupo de niños. Regresados los rescatistas
a la isla, encuentran a parte del pueblo refugiado en la Iglesia (recordando aquellas
películas clase B de cataclismos naturales) pero lo que no saben es que, ocultos,
los pequeños desaparecidos también se encuentran ahí (nunca sabremos como
llegaron). Ward no tarda en advertir la situación y sale en su persecución ¿Los
atrapan, huyen, desaparecen, mueren? Buena pregunta…
Wes Anderson presenta una película de argumento
simple, una historia naife, filmada de la misma forma, con mucho de cine
independiente, sin estridencias, esto no significa sinónimo de mediocridad, al
contrario, demuestra que de forma sencilla, con talento se puede conseguir un relato
apasionante y bello.
Luego de verla, fácilmente, podemos darnos cuenta de la
estructuración del relato, un primer acto con la introducción de los personajes (casi la
totalidad) y su hábitat (de la mano de un relator), un segundo acto donde se
nos cuenta la huida, la busqueda del paraíso y la desilusión de la
separación y un tercer acto con el reencuentro
y el final. Sencillo, nada de flashbacks, recuerdos, sueños, todo total y absolutamente
lineal, fácil de comprender, la belleza e inteligencia de este filme pasa por
otros aspectos como su estítica y su guión.
Desde el principio, a puro trávelin, se
nos lleva de un lugar a otro mostrando
como se desenvuelve cada uno de los personajes en su vida cotidiana,
armando “simétricamente” cada cuadro como reflejo de la monotonía existente.
Llama fuertemente la atención, el uso intensivo que Anderson hace de esta
técnica, como si Kubrick se lo hubiese recomendado.
En un apartado especial podemos colocar el manejo de los
personajes, los adultos, ingenuos y creídos, los niños, perspicaces e
inteligentes. Todo esto, acompañado de una banda de sonido impecable, hacen del film un
combo realmente disfrutable.
En definitiva, no sorprende que Wes Anderson haya llevado
su precoz fantasía a la pantalla de la forma en que lo hizo, con un cuidado
absoluto por los detalles, armoniosamente filmada, donde, desde cada toma, presenta
un pequeño cuadro en colores vibrantes que podríamos apreciar en un museo, una
verdadera expresión vanguardista del cine actual, pero sobre todo, demostrando cómo
lo sencillo puede ser muy efectivo.
Esta obra de Claudio A. Borrello está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Me es difícil hablar sobre una película de quien es mi director preferido, por quien siento tanta fascinación. Y más aún cuando trato de ponerme objetiva y sigo encontrando una GRAN película.
ResponderEliminarMoonrise Kingdom me pareció perfecta. En su historia (hermosa historia de amor protagonista), en su estética (siempre impecable), en su banda sonora, sus personajes melancólicos... Me gusta mucho cómo los niños parecen pequeños adultos, y los adultos se portan como si fueran chicos.
Justo hoy con mi amiga hablábamos de esa clara división que tiene la película. ambas partes me gustan mucho, pero sin duda toda esa primera parte, la de ellos dos juntos, conociéndose, enamorados...ufff me hacía suspirar. Los dos niños expresan tantas cosas con sólo una mirada.
Suzy, esa especie de mini Margot Tenenbaum...sí, se convirtió en mi nuevo álter ego :p
Detalle que descubrí investigando un poco: la película está dedicada a una tal Juman. Es ni más ni menos que su novia!! Yo me muero de amor si alguien me regala una película tan romántica como lo es ésta.
Bruce Willis es uno de los 'veteranos' (los actores adultos) que más me sorprendió, su personaje es genial. Pero todos están tan bien...
Bueno, no mucho más que decir creo. Aunque podría seguir extendiéndome sobre lo mucho que la disfruté y que pienso seguir disfrutándola porque mañana mismo vuelvo a verla en pantalla grande...
Saludos.
Ah casi me olvido, una sola corrección. Sí hay un flashback pero es una sola vez, cuando te muestra cómo se conocieron ellos.